El Proyecto Tierra sin Mal es un encuentro de culturas, de personas, de formas de vida. Vive y construye tu propia cultura de acuerdo a tu propia vivencia cotidiana.
El arte es el vehículo que determina el encuentro; el teatro, la danza, la música, las artes manuales. Regresar al medio utópico, el estado del trabajo artesanal, una vida de arte-sano. Encontrar las propias raíces, sintiendo que uno no está solo, sabiendo que existen miles de personas que sienten y se encuentran en la misma situación que nosotros; que tratan de encontrar puntos en común, bases, comportamientos y códigos de trabajo, que ayuden a individualizar caminos, a alcanzar un mejor aprendizaje en el desarrollo de su ser, de su «bios», en su amplia carrera de actor.
En este lugar, hombres y mujeres, aprenden a ser seres humanos, luego actores y de vuelta seres humanos. No nos dejamos vencer por la etiqueta «teatro». Son los seres los que construyen el teatro y no el teatro el que construye a los seres. Aquí aprendemos la solidaridad y el diálogo, a escuchar y hablar, a sentir y a entender. Los actores mismos «aprenden a aprender «, a construir en su arte, y con su arte, un método personal e individual de trabajo, a fin de ubicarse en su propia sociedad. Respetándose a sí mismo, aportando a la comunidad.
Son personas que han decidido trabajar juntos, aceptando una mística común de trabajo, a fin de mejorar cotidianamente la propia capacidad profesional y definir una cultura interna (del grupo), capaz de intercambiar con el mundo externo, y a compartir las experiencias relacionadas al montaje escénico. El grupo se orienta hacia un hacer teatro siempre originario, en donde los valores no se miden por el éxito de los espectáculos, más bien por las tensiones que se promueven y por las culturas que atraviesan el trabajo teatral. Eso es lo que lo define.